Caramelos con sorpresa

Todos los que me conocen saben que me encantan los pequeños detalles, me gustan las cosas hechas a mano y sobre todo las que se realizan de forma sencilla, con materiales fáciles de conseguir. Así que cuando encontré esta idea en Style me pretty, que reúne todas esas variables, sabía que se convertiría en una de mis favoritas.

Las mesas bonitas y puestas con encanto son mi debilidad y pienso que si además van acompañadas de un pequeño regalo sorpresa para cada comensal, consigues que tus invitados siempre tengan palabras de alabanza sobre tus celebraciones.

Los materiales que se necesitan para llevar a cabo esta idea son muy sencillos y además ayudamos con la labor de "reciclaje". Sólo necesitamos unas tijeras, un tubo de cartón de cualquier rollo de papel higiénico que se haya terminado, papel crepe o seda, cinta de doble cara, alguna cinta o lazo y unos cuantos caramelos o gominolas.

1) Se estira el papel y en uno de los márgenes se pega una tira grande de cinta de doble cara.

2) Colocamos el tubo de cartón sobre la banda de cinta de doble cara y presionamos hasta que veamos que se ha quedado pegado.

3) Enrollamos el tubo a lo largo de todo el papel hasta que quede bien forrado y una vez hayamos terminado colocamos otro trocito de cinta para pegar el extremo contrario.

4) Una vez tenemos el tubo completamente forrado, retorcemos las puntas para conseguir una forma de caramelo.

5) Antes de cerrar el otro extremo, introducimos los caramelos que teníamos preparados.

6) Y por último cerramos ayudándonos de algún lazo bonito que aporte también un toque decorativo y elegante.

Ya sólo nos queda adornarlo con una etiqueta relacionada con la celebración, o como yo tengo pensado, poniendo el nombre de cada invitado para que además de tener su regalo personalizado, sirva para saber donde debe sentarse en la mesa.

¿A que es fácil y resultón? Espero que os haya servido como idea y que lo pongáis en práctica muchas veces. ¡Feliz miércoles!